Doble ración de Nesquik

28 de septiembre, día internacional del hincha de River. ¿Casualidades del destino? o ¿el regalo ideal para el cumpleaños número 89 de Ángel Amadeo Labruna?, quizás el máximo referente del club de la banda cruzada al pecho.
La noche que se vivió ayer en Nuñez quedará grabada en la memoria de más de un hincha de River (no de los plateístas que, emulando a La 12 en viejos tiempos, emprendieron su retirada), de los dirigentes que salvaron de la lapidación pública, de un técnico que ya estaba estampando la firma de la renuncia indeclinable y de jugadores que ya buscaban donde comenzar sus vacaciones eternas (?).
La copa láctea (así titulada por los bicampeones de la misma) escribió una página inolvidable. 9 hombres, el resultado desfavorable y un baile brasileño presagiaban el peor de los finales, pero el fútbol es la dinámica de lo impensado y ayer la máxima se reescribió por enésima vez.
Un River que así perderá más partidos de los que va a ganar, que tapó con una curita una herida en carne viva y que pateó la pelota de la crisis para dentro de unas semanas, venció al Botafogo por 4 a 2 con una tripleta de Radamel Falcao, el creyente delantero colombiano. No fue la final del mundo, ni una vuelta olímpica local, ni nadie se atreverá a pronunciar palabra alguna que sea sinónimo de mística, aquél vocablo de moda desde 1998 a la fecha. Solo debe destacarse un encuentro que parecía cerrado y que el fútbol lo clausuró a su gusto.
# "La copa que perdieron los bosteros..." (El blog de Toto)
# F-A-L-C-A-O (?) (La Redó)
La noche que se vivió ayer en Nuñez quedará grabada en la memoria de más de un hincha de River (no de los plateístas que, emulando a La 12 en viejos tiempos, emprendieron su retirada), de los dirigentes que salvaron de la lapidación pública, de un técnico que ya estaba estampando la firma de la renuncia indeclinable y de jugadores que ya buscaban donde comenzar sus vacaciones eternas (?).
La copa láctea (así titulada por los bicampeones de la misma) escribió una página inolvidable. 9 hombres, el resultado desfavorable y un baile brasileño presagiaban el peor de los finales, pero el fútbol es la dinámica de lo impensado y ayer la máxima se reescribió por enésima vez.
Un River que así perderá más partidos de los que va a ganar, que tapó con una curita una herida en carne viva y que pateó la pelota de la crisis para dentro de unas semanas, venció al Botafogo por 4 a 2 con una tripleta de Radamel Falcao, el creyente delantero colombiano. No fue la final del mundo, ni una vuelta olímpica local, ni nadie se atreverá a pronunciar palabra alguna que sea sinónimo de mística, aquél vocablo de moda desde 1998 a la fecha. Solo debe destacarse un encuentro que parecía cerrado y que el fútbol lo clausuró a su gusto.
# "La copa que perdieron los bosteros..." (El blog de Toto)
# F-A-L-C-A-O (?) (La Redó)


Jajaja,está muy bueno el título.La verdad esta copa es truchísima,ganás una serie y estás en cuartos de final.La supercopa era mucho más competitiva.
Y bueno anoche festejamos más por las formas que por el partido en si,cuándo un equipo anda tan mal como River todo cuesta el doble y aunque hace diez años hubiera sido un partido más,hoy se transforma en una historia para cine.
Igualmente que no se confunda Passarella,los aplausos eran para los jugadores y solo para ellos que demostraron ir al frente aunque la clasificación hubiese sido fallida.
Un poco tendenciosos nos levantamos hoy San_Fe?

Saludos!
Vamos a terminar de desterrar lo de Copa de Leche. Si bien no es la Libertadores (que ganó Boca, te acordas San Felpe?) no es tan chota.

Boca en su momento dijo que era una copa de leche porque venía de ganar la Libertadores, el Apertura y la Intercontinental. Comparado con eso, la copa sudamericana no existe.
Ahora, si River la ganara y Boca no ganara nada en todo el año, tendría bastante valor.
Por supuesto, ni aún ganandola tapa la Libertadores de Boca, pero bueno, veremos que sucede.