El remedio, peor que la enfermedad
[Bacetti, lector invitado.-] Las sonrisas pícaras se multiplicaron entre la multitud, en la tarde del martes 12 de mayo. Parece ser que disfrutar del error ajeno es deporte argentino. El Diario Olé, único en su especie por su carácter netamente deportivo, y por ende el más exitoso, cometió la equivocación de publicar, con tapa y todo, una nota que giraba en torno a una foto falsa, trucada, que nunca existió.
Desde el punto de vista periodístico, quedó en evidencia con toda la comunidad que lo sigue: desde aquellos infaltables fanáticos, los que no pueden esperar para beber la nueva información que se publica cada día, hasta quienes lo miran de reojo y toman entre pinzas el contenido. La equivocación existió y es innegable, pero desde luego, el error no constituye una fatalidad. Mucho más grave fue, por citar un caso, lo que hizo el Diario El País de España, cuando tituló: “Matanza de ETA en Madrid”, después de los atentados de Atocha del 11 de marzo de 2004.
Pero volvamos al caso Olé. Obviamente, la respuesta no se hizo esperar y el que habló fue Leonardo Farinella, en Estudio Fútbol. Como jefe de redacción, se hizo cargo del error, por lo menos puertas hacia afuera de la empresa, y dijo lo que tenía que decir: “Este caramelito me lo como yo”. Pero no fue lo único que transmitió. Antes y después de la frase mencionada, el periodista destacó en reiteradas ocasiones que es un debate a futuro sobre los peligros y la fuerza de Internet, a la que acusó de “convertir mentiras en verdades”.
Suena raro que se plantee una discusión sobre la actividad y sus maneras de proceder desde el mismo medio encargado de reproducir la información como espectáculo (aunque sea el eslogan de otro portal) y aplicarle una cuota de intrascendencia y banalidad que opera de manera narcotizante. El debate no apunta a criticar los propios cimientos del Diario Olé, sino las fuentes de información que utilizan y no el uso que se hace con los contenidos.
Las escuelas de periodismo y sus enseñanzas made in Clarín, colaboran para crear esos soldados preparados para la batalla del mercado a la que estamos acostumbrados. Después los usan y los tiran. De eso no habla Farinella. Las tranzas entre periodistas y dirigentes, la censura, tanto directa como indirecta, tampoco aparecen en su agenda. Sólo basta con buscar cuantas de sus columnas hablabann mal de José María Aguilar y su comisión en los años anteriores. Hace poco tiempo, se gestó un extraño cambio de rumbo en su manera de pensar, pero ese tema no se toca.
“Una discusión muy interesante que se va a dar en el periodismo que viene que es el poder de Internet, casi inescrupuloso, de convertir mentiras en verdades.”, profetizó un preocupado Farinella. Sin dudas, la red contiene una gran cantidad de mentiras y errores. Cualquier periodista serio sabe qué información puede buscarse en Internet y qué hay que rastrear en fuentes más confiables. No es un gran debate, sino un llamado de atención. Lo que uno de los popes periodísticos de Olé no mencionó fue que Internet es una fortaleza capaz de reproducir la voz de los que no somos tan afortunados como ellos de poseer un medio de comunicación masiva, seguramente por una cuestión económica.
Gracias a Blogs con materiales realmente muy buenos, que existen por la gente que quiere trabajar y no tiene un lugar, hay otro termómetro de la realidad que no es la que dicen los grandes medios. También hay otros que mienten, ocultan información o simplemente se equivocan. Cualquier similitud con las grandes empresas no es casualidad.
Pescado podrido, mentiras que son verdades. Eso también nos vende el Olé (entre tantos otros) cada día. Ocultar información es mentir con demagogia. Pero de eso Farinella no habla. Sí, en cambio, asume su responsabilidad, pero de inmediato culpa a la nueva vanguardia y deslegitima su existencia. ¿Es más confiable el contenido en papel? Realmente no. Existen libros inexactos, mentirosos y hasta equivocados. Los mismos textis de economía, con el sello estadounidense de la Escuela de Chicago, madre de la economía neoliberal que destruyó al país desde Martínez de Hoz hasta Cavallo, eran bien reales, no tenían nada de virtual. Hoy, muchos de los que aplaudían esos escritos, los critican. Y de igual manera existen muchísimos casos en los que el soporte físico le entrega una entidad falsa a la información.
Por último, y de retorno en el tema que nos comete, está el tema del perdón. El diario publica en la tapa de hoy: “Fue el truco de un internauta que engañó a Olé”. Será una cuestión de retórica, pero no parece ésta la manera de reconocer un error propio, sino de culpar a alguien externo de la equivocación. Que quede claro: se engañaron solos. Después, en la columna de la rectificación avisan que “no hay excusa, no fue culpa de terceros”. Vale la disculpa, vale la aclaración.
El diario deportivo se equivocó a nivel periodístico y pidió disculpas. No fue grave ni imperdonable el error. Pero queda mucho por revisar, mucho debate que hacer, y no parecen estar dispuestos a prestarse a ese juego en el que realmente pierden por goleada. Somos muchos los que lo sabemos. Por algo, ayer fue una tarde de tanta sonrisa pícara.
Relacionado:
# La tapa de Olé con la bandera que no existió
# Las disculpas de Olé
Desde el punto de vista periodístico, quedó en evidencia con toda la comunidad que lo sigue: desde aquellos infaltables fanáticos, los que no pueden esperar para beber la nueva información que se publica cada día, hasta quienes lo miran de reojo y toman entre pinzas el contenido. La equivocación existió y es innegable, pero desde luego, el error no constituye una fatalidad. Mucho más grave fue, por citar un caso, lo que hizo el Diario El País de España, cuando tituló: “Matanza de ETA en Madrid”, después de los atentados de Atocha del 11 de marzo de 2004.
Pero volvamos al caso Olé. Obviamente, la respuesta no se hizo esperar y el que habló fue Leonardo Farinella, en Estudio Fútbol. Como jefe de redacción, se hizo cargo del error, por lo menos puertas hacia afuera de la empresa, y dijo lo que tenía que decir: “Este caramelito me lo como yo”. Pero no fue lo único que transmitió. Antes y después de la frase mencionada, el periodista destacó en reiteradas ocasiones que es un debate a futuro sobre los peligros y la fuerza de Internet, a la que acusó de “convertir mentiras en verdades”.
Suena raro que se plantee una discusión sobre la actividad y sus maneras de proceder desde el mismo medio encargado de reproducir la información como espectáculo (aunque sea el eslogan de otro portal) y aplicarle una cuota de intrascendencia y banalidad que opera de manera narcotizante. El debate no apunta a criticar los propios cimientos del Diario Olé, sino las fuentes de información que utilizan y no el uso que se hace con los contenidos.
Las escuelas de periodismo y sus enseñanzas made in Clarín, colaboran para crear esos soldados preparados para la batalla del mercado a la que estamos acostumbrados. Después los usan y los tiran. De eso no habla Farinella. Las tranzas entre periodistas y dirigentes, la censura, tanto directa como indirecta, tampoco aparecen en su agenda. Sólo basta con buscar cuantas de sus columnas hablabann mal de José María Aguilar y su comisión en los años anteriores. Hace poco tiempo, se gestó un extraño cambio de rumbo en su manera de pensar, pero ese tema no se toca.
“Una discusión muy interesante que se va a dar en el periodismo que viene que es el poder de Internet, casi inescrupuloso, de convertir mentiras en verdades.”, profetizó un preocupado Farinella. Sin dudas, la red contiene una gran cantidad de mentiras y errores. Cualquier periodista serio sabe qué información puede buscarse en Internet y qué hay que rastrear en fuentes más confiables. No es un gran debate, sino un llamado de atención. Lo que uno de los popes periodísticos de Olé no mencionó fue que Internet es una fortaleza capaz de reproducir la voz de los que no somos tan afortunados como ellos de poseer un medio de comunicación masiva, seguramente por una cuestión económica.
Gracias a Blogs con materiales realmente muy buenos, que existen por la gente que quiere trabajar y no tiene un lugar, hay otro termómetro de la realidad que no es la que dicen los grandes medios. También hay otros que mienten, ocultan información o simplemente se equivocan. Cualquier similitud con las grandes empresas no es casualidad.
Pescado podrido, mentiras que son verdades. Eso también nos vende el Olé (entre tantos otros) cada día. Ocultar información es mentir con demagogia. Pero de eso Farinella no habla. Sí, en cambio, asume su responsabilidad, pero de inmediato culpa a la nueva vanguardia y deslegitima su existencia. ¿Es más confiable el contenido en papel? Realmente no. Existen libros inexactos, mentirosos y hasta equivocados. Los mismos textis de economía, con el sello estadounidense de la Escuela de Chicago, madre de la economía neoliberal que destruyó al país desde Martínez de Hoz hasta Cavallo, eran bien reales, no tenían nada de virtual. Hoy, muchos de los que aplaudían esos escritos, los critican. Y de igual manera existen muchísimos casos en los que el soporte físico le entrega una entidad falsa a la información.
Por último, y de retorno en el tema que nos comete, está el tema del perdón. El diario publica en la tapa de hoy: “Fue el truco de un internauta que engañó a Olé”. Será una cuestión de retórica, pero no parece ésta la manera de reconocer un error propio, sino de culpar a alguien externo de la equivocación. Que quede claro: se engañaron solos. Después, en la columna de la rectificación avisan que “no hay excusa, no fue culpa de terceros”. Vale la disculpa, vale la aclaración.
El diario deportivo se equivocó a nivel periodístico y pidió disculpas. No fue grave ni imperdonable el error. Pero queda mucho por revisar, mucho debate que hacer, y no parecen estar dispuestos a prestarse a ese juego en el que realmente pierden por goleada. Somos muchos los que lo sabemos. Por algo, ayer fue una tarde de tanta sonrisa pícara.
Relacionado:
# La tapa de Olé con la bandera que no existió
# Las disculpas de Olé
el problema es que inventaron una historia de que la barra mando asacar la bandera por pedido de alguien que gente de la oposicion les confirmaba, que obtuvieron el material fotografico (se lo robaron y no citaron, dp vienen a llorar aca si subis una foto)

que se jodan
Excelente post,coincido plenamente
El diario español El País publicó "Matanza de ETA en Madrid" porque las horas después al atentado de Madrid la versión oficial expuesta por el Ministerio del Interior español era que había sido la banda terrorista ETA. Por supuesto, en las elecciones el gobierno lo pagó con creces, algo que nunca pasará en la Argentina. Aunque publiquen una equivocación en los diarios una vez al día.
Mismo que cuando la explosión en Río Tercero, cuando el presidente capicúa dio a la prensa la orden explícita de publicar que fue un accidente.
che no es por nada, pero ya q le estamos pegando al ole, muy interesante esta foto, sobre todo teniendo en cuenta que el campeon fue lazio, no sampdoria

http://img524.imageshack.us/img524/9527/olej.png
El discurso de Farinella es realmente patético. Cómo tiene la cara tan dura como para decir que Olé fue engañado por un pibe de 23 años? Viejo, y perdón el vocabulario, hay que ser pelotudo para decir eso: encima que te inventaste una historia a partir de una imagen que un pendejo subió a un foro (a un foro, ojo, A UN FORO! ni siquiera a un blog de esos que ciertos profesionales desmerecen por ser de Internet) te lavás las manos haciendo el periodista inocente víctima de internet? No podés Farinella, decile a tu señora que te ponga el bloqueo ese a páginas para adultos y dejate de romper...
Muy buen post, muy ilustrativo de la realidad.

El hecho: Y qué se va a hacer, ya está..., ya fue, mañana es anécdota.
Lo bueno: el diario reconoció el error.
Lo malo: escrachó al pibe sin tapujos.
Moraleja: aprendo de mis errores.
Reflexiones varias: sangre nueva renueva el cuerpo; lo barato sale caro; la experiencia se paga; la inexperiencia sin control es riesgosa; la nueva tecnología no muerde, hay que conocerla y hacerse amigo, si no, el siglo XXI te va a comer crudo.
P.D.: Che, no habrá sido una jodita para Tinelli..???
Coincido en un 90%, porque el error, a mi criterio, fue GRAVE.

1.- Se intentó desligar a la dirigencia de la puesta de banderas. Para comprobarlo, alcanza con leer el primer párrafo de la nota de Blotto.
2.- Además del tema de la bandera, inventaron el contenido de la nota.
3.- Si no saltaba la denuncia del forista de turiver, jamás se hubiese conocido la verdad.
PD: Esto fue GRAVE. Lo de España, GRAVISIMO.
De ninguna manera, una mentira que llega a millones de personas, es algo menor.
Abrazo grande.-
Que pelotudos estos de ole..

muchachos el ranking alexa?
Me molestas que todos los blogs salgan encolumnados a pegarle a Olé. A mi no me gusta Olé, pero tengo mis razones. Otros me parece que les desagrada por envidia (no es tu caso estimado san felipe)
Lo de OLE fue asqueroso, repulsivo, mentiroso, vomitivo, GRAVISIMO.

Y uds., progresistas mentirosos, mezclan esto con la "escuela neoliberal de Chigago".
Jaja, me hacen reír.
Saludos
el error de Olé quedará en la historia del periodismo gráfico. se verá con el tiempo su dimensión, pero ya está registrado.

permítame, Bacetti, marcar cómo funciona la maquinaria de pasantes en Olé. la rotación es anual y la mitad del pasquín es de producción escuelasdeperiodismoquenacieronenlos90conlascanchasdepaddleynoenseñaneldeportedelapaleta.
su análisis es perspicaz y, me sumo, reconozco el reconocimiento del error de Farinella, pero los deslices como “un internauta engañó a Olé” y su “poder casi inescrupuloso” chorrea por todos los wines.
lo de “poder casi inescrupuloso” por la Interné.
Che, hablando de periodismo del bueno(?)... no piensan hacer nada al respecto del choreo asqueroso que les hizo el gráfico?
(aclaro que hoy compré la revista y aún no leí la nota, capaz que me encuentro con la grata sorpresa de que están citados)
Olé buchón, tiró el nombre del pibe y todo. Diario mala leche, se manda una cagada tremenda, publica una historia falsa basándose en una bandera falsa.

Olé, sos puto.
Excelente el comentario del lector invitado. Ahora, eso de mezclar el tema de la economía neoliberal es de un patético resentimiento.
No entiendo como gente con mas de dos grados cursados de la escuela primaria es capaz de comprar Olé.
Suscribo el comentario anterior. Hay que tener ganas de comprar un diario que miente siempre. Saludos, muy bueno el post!
Para Guerrita: Yo también leí la nota de El Gráfico sobre nacionalizados, si a eso te referís. No solamente está citado Tic Espor, sino que la nota está más completa que la labor de nuestro querido Fede y abarca otros contenidos. Antes de criticar, estaría bueno leer, ¿no? Además, es una nota que hicieron muchos, antes, durante y después de Tic.

Abrazo.- Nicolás
Por estos posts leo Ticespor.
Detesto y les deseo lo peor a todos los periodistas de portivos (A TODOS)