La FA Cup y el fútbol como dinámica de lo impensado


La llaman "la competición futbolística más antigua del mundo" y algo de cierto debe tener este certamen que data de la temporada 1871/1872. Con sus parates respectivos durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda, el torneo se caracteriza por contar, en la actualidad, con más de 700 equipos participantes, a lo largo y a lo ancho de Inglaterra. La 2009/10, para ser más exactos, arrancó el 15 de agosto del año pasado con 762 equipos y finalizará el 15 de mayo, en Wembley.


Los premios por ronda van desde las 750 libras para la ronda extra preliminar hasta 1.800.000, para el ganador. Y esa diferencia económica se refleja fase a fase, hasta que aparecen los famosos "Giant-killers". La traducción es simple: al cruzarse equipos de todas las divisiones, cada tanto un chico (demasiado chico) mata a un gigante. El caso, más allá de su apodo gringo, suele pasar en las diferentes copas que hay por Europa: basta recordar la goleada del Alcorcón ante Real Madrid, en la Copa del Rey de la presente temporada. Pero entre tantos equipos el mano a mano entre aficionados y super-profesionales se potencia todavía más. Y si a eso le sumamos la eliminación a partido único, el combo es ideal.


Leeds United fue el protagonista del primer domingo del año. Fundado en 1904, su historia poco tiene que ver con la pobreza futbolística. Durante gran parte de su existencia jugó en el alto nivel del fútbol inglés y hasta festejó tres veces en Primera (siendo su último título el conseguido en 1991/92, la temporada que dejó atrás la First para darle paso a la nueva denominación: Premier). Tambien celebró en la FA Cup del 72, en la League Cup (ahora Carling) del 68, dos veces en la Charity Shield y un par de Copa de Ferias, algo así como la antecesora de la Copa UEFA, pero sin ser organizada por la federación europea. Además, por sus filas pasaron nenes como Eric Cantona.

Pero un día el equipo mediano se hizo muy chiquito. En 2007, los presidentes de los otros 71 clubes de Liga decidieron apoyar la sanción impuesta por insolvencia económica y el histórico equipo inglés bajó, por primera vez en su historia, a la League One (la tercera categoría). Y desde allí, el 3 de enero de 2010 se vistió de Mata-Gigantes. En Old Trafford, y con gol de Jermaine Beckford, le ganó al Manchester United por 1 a 0 (en la gesta participó el argentino Luciano Becchio) y cortó una racha sin éxitos en ese campo que databa de 1981. Esta caída representó la primera derrota del técnico escocés Alex Ferguson en la tercera ronda de la FA Cup y desde 1984 que el United no caía tan pronto.

Bobby Robson, cuando se consagró campeón en 1978 con el Ispwich Town, dijo que "la final de la FA Cup es, después de la de un Mundial, el partido más grande. Y es nuestro". Así lo viven y así se logran esos cruces que bien podrían favorecer el crecimiento del fútbol federal en nuestro país, con una digna Copa Argentina. El fútbol como dinámica de lo impensado, en su máxima expresión.

Escrito por San_Felipe en lunes, enero 04, 2010. Etiquetas , . Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada mediante el RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta o trackback a esta entrada

2 comentarios for "La FA Cup y el fútbol como dinámica de lo impensado"

  1. Luciano 10:19 PM

    Para los ingleses esta competencia es lo máximo. Tiene que ver mucho con el tema de la tradición, algo que es un pilar en la cultura inglesa. Quizás esto en los últimos años se haya perdido un poco por la llegda de tanto entrenador y jugador de afuera.
    En Inglaterra se suele decir que la FA Cup iguala a todos los equipos sin importar en que categoría juegen. La victoria de Leeds o el empate de Reeding, que esta peleando por la permanecia en la 2° división, sobre el Liverpool, a pesar de lo mal que esta jugando, son una clara muestra que ese dicho popular es verdad.
    Igual no se cumple a rajatabla porque, por ejemplo, Preston de la segunda el sábado le metió 7 a Colchester, de la tercera.

  2. Anónimo 10:54 AM

    ASi es, los ingleses amamos la FA CUP,para mi particularmente es mejor que ver la final de un mundial...tiene otro clima...que solo un ingles lo sabe.

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